Con notable convocatoria, comenzó la Diplomatura en Género

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La propuesta que impulsan de manera conjunta la UTN Paraná y Acción Educativa Santa Fe, tuvo su primer encuentro este sábado, en un Aula Magna colmada. Con más de cien inscriptas, la Diplomatura en Género desde la perspectiva de los Derechos Humanos, que se cursará durante los próximos ocho meses, apunta a modificar estereotipos y roles para contribuir en la formación de agentes multiplicadores en la difusión y practica de valores igualitarios.

Con mayoría de mujeres, pero también con participación de varones, el inicio de la segunda versión de la diplomatura ratificó la impresión que había dejado la primera experiencia el año pasado: existe una clara necesidad de espacios de formación en temas de género.

En el encuentro de este sábado, antes de dar inicio al cursado concreto de los módulos programados, se realizó una apertura formal de la que participaron las autoridades correspondientes a las dos instituciones que impulsan la formación: estuvo presente el decano de la UTN Paraná, Alejandro Carrere y la coordinadora general de Acción Educativa Santa Fe, Guillermina Cerati.

“Quiero manifestar nuestro orgullo por la gran convocatoria que ha tenido esta propuesta formativa a la que por segundo año consecutivo le brindamos nuestro espacio”, comenzó señalando Carrere.

El decano reflexionó acerca del valor de llevar a un espacio de las características de la UTN una formación en género y recordó que ya la evaluación de la propuesta, desde el Consejo Directivo “nos permitió analizar como muchas colegas ingenieras tienen dificultades para el acceso laboral en determinados puestos, que por mandatos sociales y culturales se reservaban para los ingenieros. Lo que representa una injusticia muy grande”.

Carrere refirió que desde la universidad desde hace algún tiempo “se viene trabajando en políticas claras desde la inclusión” y  recordó que “he participado del Consejo Superior de la Universidad en el otorgamiento a una persona, que por su cambio de identidad, requirió una nueva titulación y eso representó un hito para nuestra universidad”.

Además, el decano explicó el trabajo que se viene realizando para la implementación, en todas las regionales de la UTN, del primer protocolo sobre violencia de género.

“Se está debatiendo actualmente, con aportes de los distintos sectores y conducido por Yuyo García, que es una referencia en este sentido, es mi colega decano de la regional de Concepción del Uruguay y el papá de Micalea. Hemos logrado avances muy importantes y prontamente va entrar en vigencia”, anunció el decano.

CURSADO.

Dirigido a agentes de desarrollo, docentes de todos los niveles educativos, recursos humanos de organismos públicos, operadores/as de programas de gobierno, militantes sociales, sectores académicos, medios de comunicación, organizaciones sindicales y, especialmente, mujeres y varones con interés en el tema, la diplomatura en género cuenta con una carga de ocho módulos con cursado un sábado por mes.

La propuesta educativa es desarrollada por un importante equipo docente dirigido por la licenciada Luciana Basso, especializada en temas de Género (Universitat de Valencia, España); docente e investigadora de las Facultades de Ciencias de la Educación, de la Universidad Nacional Entre Ríos (UNER) y de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER).

Cada módulo que plantea la diplomatura tiene un tema, bibliografía y un docente específico. La perspectiva de género se aplica en las diferentes áreas de la vida y del pensamiento, siempre a partir de los derechos humanos.

“A lo largo del diplomado abordaremos cuestiones que hacen al género y el trabajo, género y construcción de saberes, género y subjetividad, violencia de género, diversidades; vamos a enfocarnos en proveer y desarrollar herramientas que permitan, a quienes asistan, llevar esos conocimientos a sus respectivos campo de trabajo, ya sean en la producción misma de conocimiento como en la intervención concreta y directa”, indicó Basso y destacó que “ese es uno de los aspectos centrales: poder repensar las prácticas y mejorarlas, con perspectiva de género”.