Desde comienzos de marzo, la comunidad de la UTN Paraná cuenta con la presencia de dos estudiantes franceses que eligieron nuestra facultad como destino para realizar parte de su formación académica. Se trata de Léo Delentaigne y Tom Fossecave, ambos estudiantes de Ingeniería Civil en la escuela ISABTP, perteneciente a la Universidad de Pau, ubicada al suroeste de Francia.
La oportunidad de venir a Argentina se dio en el marco de un programa de intercambio internacional obligatorio para los futuros ingenieros franceses. “En nuestra carrera es necesario cursar al menos un semestre fuera del país para poder obtener el título. Es algo muy común y hay muchas becas y apoyos estatales para hacerlo”, explicaron.
Léo y Tom llegaron a Paraná el 8 de marzo y destacaron la calidez con la que fueron recibidos. “La facultad nos parece muy familiar. Hay algo en el clima de las clases que se siente cercano. En nuestra escuela también somos pocos, así que nos sentimos cómodos”, contó Léo. “Es más como una familia que una universidad gigante”, agregó Tom.
Ambos están cursando materias de la carrera en nuestra sede y encontraron diferencias interesantes con respecto al modelo educativo francés. “En Francia las materias están divididas en dos etapas muy marcadas: una parte teórica con un profesor y otra práctica con ejercicios, que muchas veces son parecidos a los de los exámenes”, explicaron. En cambio, destacaron que en la UTN “los trabajos prácticos se hacen en casa y están integrados con la teoría. Se trabaja todo junto, al mismo tiempo”.
El interés por Argentina no fue casual. “Queríamos aprender español, y nuestra facultad tiene vínculos con muchas universidades de Latinoamérica: en Buenos Aires, Mendoza, La Plata, Santiago del Estero. Cada año, entre 10 y 15 estudiantes viajan a distintas ciudades de Argentina”, comentó Tom.
Aunque es la primera vez que ISABTP establece un contacto formal con la UTN Paraná, ya hubo estudiantes franceses que pasaron por la ciudad a través de pasantías en empresas locales. Léo y Tom también deberán cumplir con esa experiencia: “En nuestra escuela se exige al menos una pasantía por año, normalmente durante el verano. Es una parte fundamental de la formación”, señalaron.
La presencia de Léo y Tom no solo enriquece su experiencia profesional, sino también la vida cotidiana de nuestra facultad, que continúa fortaleciéndose como espacio de intercambio y aprendizaje multicultural.